Villa passive-house en Finestrat

Hay lugares que no se buscan en Idealista. Se sueñan. Se respiran. Se sienten antes incluso de pisarlos.

Esta Passive-House en Finestrat es uno de ellos, no es solo arquitectura moderna, sino es una forma de vivir un estilo de vida sostenible, vanguardista y en calma. 230m² de los más altos estándares biopasivos y de eficiencia, para aprovechar cada rayo de sol, cada brisa, cada gota de lluvia... Todo juega en sintonía con los 10.000m² de naturaleza, olivos y frutales que la rodean. Aquí, el exterior no empieza en la puerta de casa, empieza mucho antes.

En la parte principal del exterior cuenta con un enorme jardín, piscina de diseño y una bonita terraza, donde sentir esa brisa de aire fresco mientras disfrutas de una cena con tus seres queridos.

En el interior, la vida se vive lento. Un salón-comedor amplio, donde poder disfrutar de largas sobremesas con amigos, familiares o, simplemente disfrutar de un entorno único a través de sus amplios ventanales. Junto al televisor oculto y la chimenea esperando al invierno, tras las puertas de la pared lateral, puedes descubrir el espacio diseñado para ser tu nueva zona de relax, de trabajo, la biblioteca, o tu próximo refugio creativo.

Donde crea sentido el corazón del interior de esta vivienda, se encuentra la cocina. Diseño de alta calidad donde enfocado en compartir momentos únicos, pero también para reunir, celebrar y reír con la familia y amigos. Moderna, funcional, con electrodomésticos Liebherr, que incita a quedarse un rato más.

Tras ella, descubres el hall, donde da acceso a la zona más íntima de la vivienda: la suite principal. Una habitación donde el silencio y el relax manda. Un enorme ventanal donde contar estrellas por la noche o dejar entrar el amanecer cada mañana. Vestidor amplio junto al baño en suite, donde espera una bañera de diseño para dejar el día atrás con un baño de espuma… O una larga y tendida ducha mientras observas el imponente Puig Campana.

Volviendo al otro ala de la planta inferior, encontramos tres habitaciones más, con armarios empotrados y acceso directo al jardín y piscina. Baño completo para invitados, otro baño principal, y zona de lavandería. Todo pensado al milímétro. Nada al azar.

Este hogar no grita lujo, lo susurra. Porque aquí no se vive para impresionar a nadie, se vive para sentir, para oler la tierra mojada entre los olivos mientras saboreas el primer café de la mañana y recuerdas que la paz no está en tener más…
La paz está en sentir donde quieres vivir.